Boss - Buenos días.
(murmullos)
B - El tema de la reunión de hoy será tema de debate durante toda la semana.
(todos pronuncian la frase con muecas al mismo tiempo que la Boss recita las palabras que empieza su discurso cada semana)
B - A ver. Tú: "Acción y publicidad". Tú: "Precio y aquitectura moderna". Tú: "Frialdad en la moda" y piensa que aún no estamos en invierno!. Tú: ... Tú ... (mira a los asistentes fijamente). Venga, a trabajar! quiero las redacciones, proyectos y dibujos en una semana.
(intenso murmullo)
B - Ah! Paula dile a Hilario que ya puede entrar y trae la colección de proyectos que recogiste la semana pasada.
P - Sí, ahora mismo. (mira ajetreada a sus papeles, y dubitativa dice:) ¿y qué le digo al Sr. Fernández?
B - ¿no cree usted que no tengo suficiente trabajo como para que me pregunte esa tontería? (la mira con despecho) Hilario puede esperar, pero yo no, así que él tampoco.
(Paula se aleja y murmura: "Sí señorita Rottenmeyer", haciendo muecas)
(en el pasillo y en la entrada donde está el despacho de la Boss)
P - ¿Señor Hilario? Puede usted pasar. (él entra en el despacho)
(Paula se sienta en el vestíbulo donde no hay nadie)
(Suena el teléfono)
P - Despacho de la Señorita Pazos ("Boss"), dígame. Ah! hola Ainhoa, suerte que me llamas que si no, ya sales buscando en los periódicos: "Una secretaria mata a cuchillazos a su intendente". Yo, de verdad, a esa mujer le falta tratamiento! Ya... ya... Ah! espera un momento, me llaman por la otra línea.
Sí, señorita Pazos.
B - Quiero a Marcos y Pascual en mi despacho ahora.
P - Sí, señorita P... (el audífono interino se corta por la Boss)
Estúpida insolente! Era mi tonta y quisquillosa Jefa! No la aguanto más! Uijjjj
Se oye un silencio sonoro y una voz calmada pero enojada dice: Pues si tanto te disgusto, no trabajes más aquí.
Paula reconoce la voz de la Boss. Se queda estupefacta. No responde. No respira.