Emma Fiegert
Me canso en repetir que me gusta la celeridad, no me canso de acuñarla. Cada día que pasa es como si ella me diera a comer un puñado de cenizas y en mi estómago se quedaran subyacentes de placer.
No creo que me quieras apartar de tí, solamente que crees que sé demasiado de tí y te asusta que esté tan allegada a tí. Estos tres "tís" no son para complacerte sino para reconozcas que es así como te sientes.
Ahora pienso en dos posibilidades:
- las hormonas te están cambiando
- o me evitas porqué no quieres relación
Si de la segunda opción se tratara por qué me acaricias con tus palabras y me abrazas con dulces adjetivos de poder. Por qué haces que cada vez me cause dificultat para avergonzarme más de ti. Acaso yo te he hecho algo para que así te comportes o más bien eres tu misma la que cambia y sólo tengo que apiadarme de ti. Eso me lleva a pensar en la primera opción, que creo que es la más realista.
No es la primera vez que lo haces, pero sí la primera que lo haces a conciencia para un futuro próspero. Estás nerviosa, lo sé. Pero siempre hay una primera vez. Ese engendro que llevas está creciendo, cuyas ganas de comer también y de tu amor aún más. Ojalá sea esto lo que esté martirizando nuestra relación. Quisiera que fueras mía para siempre, mía para ser la relación amistosa que nunca tendré.
Me canso en repetir que me gusta la celeridad, no me canso de acuñarla. Cada día que pasa es como si ella me diera a comer un puñado de cenizas y en mi estómago se quedaran subyacentes de placer.
No creo que me quieras apartar de tí, solamente que crees que sé demasiado de tí y te asusta que esté tan allegada a tí. Estos tres "tís" no son para complacerte sino para reconozcas que es así como te sientes.
Ahora pienso en dos posibilidades:
- las hormonas te están cambiando
- o me evitas porqué no quieres relación
Si de la segunda opción se tratara por qué me acaricias con tus palabras y me abrazas con dulces adjetivos de poder. Por qué haces que cada vez me cause dificultat para avergonzarme más de ti. Acaso yo te he hecho algo para que así te comportes o más bien eres tu misma la que cambia y sólo tengo que apiadarme de ti. Eso me lleva a pensar en la primera opción, que creo que es la más realista.
No es la primera vez que lo haces, pero sí la primera que lo haces a conciencia para un futuro próspero. Estás nerviosa, lo sé. Pero siempre hay una primera vez. Ese engendro que llevas está creciendo, cuyas ganas de comer también y de tu amor aún más. Ojalá sea esto lo que esté martirizando nuestra relación. Quisiera que fueras mía para siempre, mía para ser la relación amistosa que nunca tendré.
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